viernes, 26 de abril de 2013

Mi opinión – No le hables mal de mí al niño, de Julia Villares Anllo


He tenido la suerte de conocer a Julia en Barcelona e intercambiar unos libros. No lo menciono para que surja la idea de que he sido influenciado por la autora, todo lo contrario, es sólo para explicar cómo un libro de un género que desconozco por completo llegó a mis manos. Ella tampoco suele leer sobre los temas que yo escribo, así que acordamos que aunque nos guste viajar a Paris o a Ámsterdam (como ejemplos) nos dejaríamos llevar y visitaríamos ciudades que nunca creímos que visitaríamos. Metafóricamente hablando.
Para empezar quiero destacar que lo leí del tirón en el tren de regreso a casa. Una historia que no se anda con rodeos y que define bastante bien a la protagonista, que por otra parte, no nos identificamos con ella hasta que terminamos la novela. ¿Intrigados? Pues si aún no lo estáis… deberíais. En los albores de los desconciertos descubrí la parte más odiosa que un ser humano puede esconder, o manifestar abiertamente. Y cuando tienes la certeza absoluta de que esa persona jamás has sido tú, recuerdas momentos de tu vida en que sí lo fuiste, o que al menos pudiste obrar de otra manera. No quiero contar ningún detalle en absoluto, sólo dejar esta pequeña reflexión para aquellos que la vayan a leer o que ya la hayan leído. NO ABRAS UNA PERFUMERÍA SI NO SABES TRATAR CON LA GENTE. En este caso perfumería puede significar cualquier tipo de negocio.
Es la primera vez que siento unas emociones tan fastidiosas como el odio, el desprecio o la repugnancia, mientras me devoro un libro. Eso sí, lo recomiendo porque es purificador. De pronto no tienes ganas de estar enfadado y todo te parece bonito. ¿No lo creen? Pruébenlo. El libro está muy bien escrito, el lenguaje no es para nada repetitivo y se sigue con mucha facilidad. Una novela de las que a mí me gustan. Para entretener y no para adoctrinar. He echado de menos descripciones de los lugares, las casas, los personajes, aunque no sé si es mejor así, ya que cada uno de los lectores puede estampar sus propias caras y las de sus conocidos, y ambientarse en sus entornos más cercanos. Y para terminar, he descubierto que no sólo las princesitas con tipazo y bolsillos llenos de dinero pueden ser… de esta manera. (No desvelo nada) Busquemos en nuestro interior a aquella Maribel (o parte de ella) y calmémosla. Como broche final añadiré, que terminando la novela tus emociones vuelven a cambiar…

4 comentarios:

  1. Pareciera entonces que es de esas historias que te dejan huellas... gracias por compartirla, en algún momento la leeré. Abracitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como digo, no es mi género habitual, pero si que te hace ver las cosas desde otro punto de vista. :-) Gracias por la visita.

      Eliminar
  2. Me has intrigado, Alexander. Quiero conocer ese libro, me pondré manos a la obra. Gracias por compartirlo.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti por asomarte... :-) Yo creo que te llevarás una grata sorpresa, aunque como ya digo, durante la lectura te cabrearás, jajajaja. Al menos es lo que me pasó a mí. Un fuerte abrazo.

      Eliminar